Pablo Quirno, economista del riñón de Caputo y con pasado en Wall Street, jurará este martes como ministro de Relaciones Exteriores. El Gobierno apuesta a un giro comercial con Estados Unidos y más reformas.
Después del triunfo legislativo, el Gobierno libertario de Javier Milei no pierde tiempo: este martes se oficializa un cambio clave en el Gabinete nacional. Pablo Quirno, hasta ahora secretario de Finanzas y figura de confianza de Luis Caputo, asumirá como nuevo canciller, en reemplazo de Gerardo Werthein.
La jura será a las 17 en Casa Rosada, según confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni. Se trata del primer gran movimiento político post elecciones, que podría ser solo el inicio de una reconfiguración mayor en el Gabinete.
¿Por qué Werthein se va? Si bien no hubo declaraciones oficiales, puertas adentro de la Rosada se mencionan diferencias políticas tras el último encuentro entre Milei y Donald Trump. El vínculo con Estados Unidos es clave para el nuevo canciller, quien ya anticipó que buscará “profundizar la apertura comercial con el mundo”.
“Es un honor y una responsabilidad muy grande”, dijo Quirno al ser consultado sobre su nombramiento. También afirmó que Argentina tiene “un potencial enorme en exportaciones e inversión” y que ya ha mantenido diálogos con altos funcionarios norteamericanos.
Aunque Milei aseguró este lunes que no habrá cambios inmediatos en todo el Gabinete, reconoció que el “nuevo equilibrio de fuerzas en el Congreso” requiere repensar el mapa de poder interno. “Lo importante es conseguir las reformas. El Gabinete se tiene que armar para eso”, declaró.
¿Quién es Pablo Quirno?
Formado en la Universidad de Pensilvania, Quirno es un economista con fuerte perfil técnico y trayectoria internacional. Fue director para América Latina del banco J.P. Morgan y luego se sumó al equipo económico de Mauricio Macri. Desde entonces, ha sido un hombre clave en las negociaciones con el FMI y la estructuración de programas de participación público-privada.
En el actual gobierno, Quirno se desempeñaba como Secretario de Finanzas, y ahora se convertirá en la cara visible de la diplomacia argentina, con un enfoque centrado en lo comercial, la inversión y el alineamiento con potencias como Estados Unidos.
El cambio en Cancillería también marca una señal al círculo rojo: Milei sigue moviendo sus piezas para alinear su equipo con el ala dura de su plan económico y acelerar el rumbo de reformas.
